Si has llegado hasta este artículo, seguramente se te ha cruzado por tu mente la pregunta: “¿Necesitamos terapia de pareja?”
Tal vez, en alguna ocasión, hayas pensado: “esto falla, necesitamos que alguien nos eche un cable”.
A lo mejor piensas que lo que os pasa no es “suficiente motivo” para hacer terapia, o que lleváis muy poco tiempo como para necesitar acudir a una profesional en la materia.
Otras veces, sucede que os metéis de lleno en una crisis de pareja por deslealtades, engaños, infidelidades o broncas que os parecen insalvables.
Y, en otros casos, cuando ya estáis al borde de la ruptura, decidís quemar el último cartucho con la terapia de pareja. ¡Ojo con esto! Esperar hasta este límite puede ser mala idea, ya que tal vez la situación sea irreversible.
Y aun con todos estos ejemplos, muchas veces no sabemos cuándo es el momento indicado para acudir a terapia de pareja.
Pero hoy quiero que esto te quede claro como el agua.
¿CUÁNDO DEBEMOS ACUDIR A TERAPIA DE PAREJA?
El momento indicado probablemente NO EXISTE. Ahora bien, hay algunos indicadores clave que nos pueden ayudar a entender que necesitamos ayuda externa. Uno en concreto:
CUANDO HAY DIFICULTADES O PROBLEMAS EN LA PAREJA QUE NO SABEMOS RESOLVER.
Es decir, si se presentan situaciones que os desbordan y no sabéis cómo gestionar: necesitáis ayuda.
Pueden ser pequeños problemas comunicativos, grandes broncas, engaños, dependencia y así un largo etcétera.
Voy a contarte algunas situaciones reales de consulta por las que las parejas acuden con frecuencia a terapia de pareja.
“Estamos estancados, la verdad es que no tengo claro hacia dónde va nuestra relación”.
En muchas ocasiones, me encuentro en terapia de pareja con personas cuyos caminos parecen no encontrarse en el trayecto de su relación.
Parejas que no tienen claro su proyecto de futuro, y que tienen gran diferencia de opiniones con respecto a temas tan importantes como el matrimonio, lugar de residencia, el proyecto de ser ma/padres, futuros profesionales, etc.
Cuando hay estas discordancias tan significativas en los propósitos de la pareja que no llegan a un punto de acuerdo entre ambos miembros, es importante acudir a una profesional de la terapia de pareja. En consulta podrán adquirir las herramientas para el debate de estos temas, la negociación y el ajuste de expectativas, así como encontrar un espacio mediado por alguien externo para hablar con sinceridad sobre estos planes.
“En casa, yo me encargo de absolutamente todo. ¡Él no mueve un dedo!”.
La convivencia, ya lo sabemos, no es una tarea fácil. Cada persona es única y, aunque esto es maravilloso, sus costumbres y sus manías también lo son. Nadie comprende mejor que yo mis manías y el porqué quiero que el trapo sea verde y no azul. (☺)
Así que vamos a juntarnos tú y yo con nuestras manías, a ver si cuajan. Y si no, te vas con tus trapos azules a tu casa porque en mi casa se limpia con trapos verdes y ¡punto!
Más allá de esta exageración (☺), creo que queda claro que convivir es un factor que puede alterar y afectar a la pareja.
Ahora bien, si encima añadimos el agravante de que una de las personas de la relación no lleva la misma carga física (y mental) de las tareas del hogar y crianza… ¡APAGA Y VÁMONOS!
La verdad es que, aunque hablemos mucho y luchemos por una igualdad entre sexos y géneros, todavía no es una realidad. Por desgracia, se nos ha educado con grandes diferencias entre sexos. Los hombres han sido educados en lo “profesional” y las mujeres en “lo del hogar”.
Así que no es raro que nos encontremos en consulta a parejas con grandes broncas y discusiones sobre temas relacionados con la carga en las tareas del hogar y la crianza.
“Desde la llegada de nuestra criatura hemos perdido la conexión entre nosotros”.
Determinadas circunstancias pueden propiciar una pérdida de conexión entre ambos miembros de la relación. La llegada de las criaturas a nuestras vidas es una de ellas.
El postparto (si lo hay), los cambios, el cansancio, las preocupaciones, la disminución del tiempo de ocio y autocuidado, la desaparición de los momentos de intimidad en la pareja…
Todos estos factores pueden propiciar una desconexión en la pareja de la que no sabéis salir.
Si no sabes cómo recuperar esa intimidad, la terapia de pareja puede ser una herramienta a tener en cuenta para superar este obstáculo y volver a ser los de siempre; pero con mucho más amor y una familia preciosa.
“La comunicación es algo que falla desde siempre, pero ahora que somos uno más, se empieza a notar esta carencia.”
LA DEMANDA PRINCIPAL EN TERAPIA DE PAREJA POR EXCELENCIA.
“¡Ay María! ¿Pero cómo nos va a fallar la comunicación si yo hablo un montón?”
Ay corazón, es que hablar mucho NO ES COMUNICACIÓN.
Problemas en la comunicación puede ser desde malentendidos, enganchones en discusiones tontas, hasta no comunicarse nada por miedo a conflictos con la otra persona.
La comunicación es un pilar fundamental en las relaciones amorosas. Si no hay comunicación, difícilmente puede tener lugar un crecimiento de la pareja, la ejecución de los proyectos futuros, el acercamiento, la resolución de problemas, etc.
Comunicarnos es mucho más que hablar.
Comunicación es:
– debatir de forma respetuosa y asertiva.
– empatizar con la otra persona.
– usar un lenguaje no verbal pacífico y relajado.
– expresar las emociones.
– eliminar las acusaciones del lenguaje.
– agradecer lo que nos transmite la otra persona.
– escuchar de manera activa.
Si no conseguís llegar a este punto, es algo que con trabajo, empeño y esfuerzo se puede lograr con la ayuda y de la mano de una profesional.
“Hubo una deslealtad entre nosotros y no conseguimos recuperar la confianza”.
Otra de las demandas más frecuentes de terapia de pareja tiene que ver con las infidelidades, las deslealtades y los engaños dentro de la relación.
Si bien es cierto que un engaño de estas características genera un gran dolor dentro de la relación, ésta no tiene por qué suponer el final de la misma.
Parece que la única manera de salir de estas situaciones es la ruptura absoluta, como si fuera la única manera de mantener intacto el amor propio y la integridad. Pero la realidad es que cada caso es un mundo, y cada deslealtad hay que entenderla en su contexto y situación.
Hay muchas ocasiones en las que superar una infidelidad no sólo es posible, sino que, además, es una oportunidad de crecimiento para la pareja.
En terapia de pareja se puede ayudar a transitar este proceso que tanto sufrimiento provoca ¿Cómo?
Hay tres cosas fundamentales:
Arrepentimiento por parte de la persona que ha cometido la “infracción”.
Voluntad de cambio por parte de la pareja para transformar esta situación.
Que la persona que fue infiel cese todo contacto con la 3ª persona.
Si estas condiciones no se dan, no tiene sentido intentarlo si quiera. Ahora bien, si cumplís estos requisitos y necesitáis ayuda… ¡Poneos en mis manos y dejadme ayudaros!
“Cuando él hace planes con sus amigos, aunque lo entiendo, me siento muy mal y muy triste.
No quiero depender así de él/ella”.
La dependencia emocional dentro de la pareja es una forma de vincularse que poco tiene que ver con amor, y mucho con inseguridades y apegos poco saludables.
Cuando hay una relación de dependencia, en la que hay tanto sufrimiento y ansiedad por la separación, se puede acabar creando un vínculo tóxico que deteriora cualquier relación.
Esta dependencia se puede deber a muchos factores, como:
Relaciones amorosas pasadas traumáticas.
Apego inseguro.
Autoestima baja y/o inestable.
Mitos del amor romántico y sus terribles efectos en nuestras expectativas.
…
Aquí es importante hacer un trabajo individual y en pareja para reconstruir la relación y aprender a amarse de forma sana y satisfactoria.
“Siempre he sido súper celosx, no es tan malo, ¿no?”
No es malo, no. Es peor.
Ser celosx a veces no puedes evitarlo; pero creer que eso está bien… ¡¡Terrible!!
Aunque nos hayan convencido de lo contrario, los celos nunca son una muestra de amor.
Los celos son sinónimo de inseguridad, de vinculación insana, de dolor y sufrimiento para los miembros de la pareja… pero no de amor.
Los celos se definen como la reacción emocional que tenemos cuando sentimos que nuestra relación amorosa se ve amenazada; cuando creemos que algo que amamos puede sernos arrebatada.
Ahora bien, estas emociones no se suelen corresponder con la realidad.
Primero, porque las personas no nos pertenecen y por tanto, no nos las arrebatan. Con las personas nos vinculamos y, de forma bilateral, decidimos mantener una relación (o no).
Segundo, porque muchas veces esa percepción de amenaza es algo imaginario.
Pero entendamos que somos humanos y podemos caer en la trampa de estos celos.
¿Necesito terapia? Tal vez no. Dependerá del nivel de malestar y afectación a tu vida personal y de pareja. Si se te descontrola, guían tu vida y tus pensamientos, no te permiten disfrutar de tu relación amorosa y te generan mucho sufrimiento… ¡pide ayuda!
“Ya no sentimos lo mismo que el primer año y no sabemos si es que se ha acabado el amor…”
Muchas veces, pasado un tiempo de relación, podemos sentir que nuestra relación se ha apagado y no sabemos cómo prender de nuevo la llama.
Creemos que ese enamoramiento intenso del principio nos va a acompañar siempre, y la realidad es que (por suerte) esa etapa tan química y hormonal suele dar paso a otras etapas más calmadas de amor maduro.
En ocasiones, las parejas pueden transitar una época de crisis al no saber entender y gestionar esta transformación de las emociones y los sentimientos.
“¿Cómo puede ser que se nos haya esfumado todo el enamoramiento? ¿Será que ya no nos queremos?”
Y entonces, nuestras cabecitas empiezan a rumiar pensamientos que nos generan dudas y dolor.
Cuando esto sucede, el terapeuta de pareja les guía para lograr reconectar y salvar ese fuego que, aunque ya no de forma tan viva, sigue calentando y encendiendo su relación amorosa.
“Nuestra vida sexual es un poco aburrida y desastrosa. No conseguimos conectar en el sexo”.
Y por supuesto, la vida sexual, clara protagonista de nuestras relaciones amorosas en muchas ocasiones, también se puede ver deteriorada en determinadas circunstancias.
El estrés, los cambios de vida, el trabajo, el cansancio, la crianza, las preocupaciones… Son factores que alteran y afectan a nuestra vida sexual de manera potente.
Aunque creas que el sexo es algo que nos viene incluido en nuestros conocimientos por el hecho de ser seres humanos sexuados, la realidad es que es algo que se desarrolla con nuestro propio auto-conocimiento.
La terapia sexual y el asesoramiento erótico son herramientas que, tanto de forma individual como en pareja, pueden ayudarte a que tu vida sexual sea divertida, creativa y satisfactoria.
¡Te sorprenderías de lo mucho que puedes aprender tanto de ti mismx como de tu pareja en el plano erótico!
Conectar es algo que no siempre nos va a venir dado, pero sí algo que podemos trabajar, construir y mejorar.
Al final… ¿Qué significa esta conexión sexual?
Placer, aprendizaje, compartir, comunicar, disfrutar, intimidad…
¿Quieres conectar? Abre tu mente, autoconócete y, si no sabes cómo construir este camino juntxs, ponte en contacto con tu psicosexóloga favorita… ¡Estaré encantada de ayudaros!